Cómo empezó todo
En 2011, con tres niñitos de 5, 4 y 2 años que no habíamos enviado, ni pensábamos enviar a la escuela, sentía un impulso muy fuerte de contar nuestra experiencia y responder las dudas que veía entre los papás que estaban investigando sobre este estilo de vida.
Así que abrí un blog.
En septiembre de ese año publiqué mi primer post: Nunca es demasiado tarde, donde cuento mi experiencia de haber dejado la escuela a los dieciocho años.
Un espacio vivo por una década
A partir de ese momento, y durante los siguientes diez años, publiqué todo tipo de contenidos y creé talleres para orientar a papás que querían saber más sobre la opción de educar más allá de la escuela.
Su deseo de estar cerca de sus hijos me conmovía profundamente, y me impulsaba a compartir los recursos que conocía para que pudieran vivir su día a día con mayor conciencia y, sobre todo, con paz.
Un retiro necesario
En 2020 llegó la pandemia, y mi trabajo se triplicó. Cientos de familias estaban desescolarizando forzosamente y buscaban información.
Después de varios meses de trabajo intenso, me sentía completamente drenada y decidí hacer una pausa. Dejé de publicar, de aceptar entrevistas, de organizar talleres en vivo y también me alejé de las redes sociales.
Aunque extrañaba la actividad que había realizado por tantos años, mientras más pasaba el tiempo y más me acostumbraba a esa silenciosa calma, menos deseaba asomarme al mundo virtual.
Esa quietud me dio la oportunidad de reconectar conmigo misma de una forma muy profunda y de retomar otras áreas de mi vida: la enseñanza del español para extranjeros, la traducción y la escritura.
El rumbo de Supraescolar
Ahora que ha pasado tanto tiempo y mis hijos están entrando a la adultez, me pregunté qué quiero hacer con este espacio.
Decidí que Supraescolar siga siendo una fuente de consulta.
Aunque yo ya no esté tan activa como antes, y aunque mi perspectiva sigue cambiando con el tiempo, aquí hay docenas de artículos que siguen ofreciendo respuestas y luz a quienes se embarcan en esta aventura. Quiero que sigan disponibles para todos, de la forma más accesible y organizada posible.
Te invito a explorar con iniciativa y curiosidad todo lo que hay aquí.
Deseo de todo corazón que encuentres recursos que te ayuden a continuar con la gran labor que tienes en tus manos.
